Las bases del Lean Manufacturing transforman modelos de negocio, les dan la vuelta por completo. Una filosofía que tuvo su origen en el método de producción de Toyota, implantado por la compañía a mediados del siglo pasado. Éste se basaba en un concepto de producción ajustada, fabricando solamente los coches necesarios (evitando realizar producción que pudiese quedar sin vender) y en los tiempos necesarios.
Poco a poco, la filosofía se transformó en metodología, incorporando nuevos conceptos y herramientas hasta la definición actual de Lean Manufacturing. Por ejemplo, su relación con el método Kaizen es esencial para entender el principio de mejora continua que tanto ha aportado a este sistema de producción.
Al final se trata de eliminar desperdicios, resolver problemas desde el propio origen, reducir las mermas en la mayor medida de lo posible, ajustar los tiempos de producción al máximo y atacar cualquier causa de pérdida de productividad. La optimización del sistema de producción y cada uno de los procesos intervinientes en él. Se debe excluir toda actividad que no añada un valor esencial, esto también es considerado como desperdicio o despilfarro.
El cambio de modelo es percibido por el propio cliente, al que ya no se le venden productos o servicios, sino que esta filosofía nos habla de aportar soluciones para distintas necesidades. Al final, como estrategia de venta, es una vía mucho más eficaz, ya que además de aportarnos una solución específica, establece mayores lazos de confianza con el cliente.
Además, es un sistema flexible, con capacidad para adaptarse a los siempre ineludibles cambios que se van dando en el tiempo.
Resultae, como empresa especializada en Lean Management, se ocupa de implementar un sistema mucho más productivo para su negocio y, por consiguiente, más rentable. Para mejorar la eficiencia del proceso productivo, nos encargaremos de llevar esta filosofía a todas las áreas de la compañía. Es decir, se estudiarán todos los recursos y cada proceso que intervenga en lo que el cliente final recibe.
Esto incluye también los recursos humanos, desde directores ejecutivos hasta directores de fábrica, responsables de calidad y mantenimiento, jefes de proyecto, encargados de la supervisión… Pero también a responsables del servicio de atención al cliente o de la logística.
Las relaciones con los proveedores a largo plazo también deben transformarse. Muchas veces, estas relaciones son un problema ya que no hay un equilibrio en los riesgos. Con esta visión pretendemos realizar acuerdos para compartir riesgo y coste en los contratos con proveedores. Esto aporta mucha más seguridad, estabilidad y, en definitiva, viabilidad. Siempre que hay menos riesgos, es así.
Una nueva vía, más productiva y rentable, para su negocio. Eso es lo que obtiene confiando en los servicios de Resultae.
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