Si quieres conseguir resultados y cambios en la actitud de tu equipo, estos son los secretos de Resultae sobre cómo dirigir un equipo lean Manufacturing, a tu cargo y lograr la excelencia.
Aristóteles dice que la excelencia no es un acto, sino un hábito. Dirigir personas es más difícil cuanto más cualificado está tu equipo.
¿Claves de cómo dirigir un equipo lean Manufacturing?
- Lidera con el ejemplo. Dar ejemplo no es la mejor forma de influir en los demás. Es la única. Tu equipo te lo agradecerá.
- Cumple los compromisos. No hacerlo reduce tu credibilidad y tu reputación. Si tu equipo no te respeta, no va a rendir al máximo. Cumple tus compromisos, todos tus compromisos, por insignificantes que sean.
- Maneja las reuniones. Una reunión tiene una hora de inicio y una hora de fin. Si los asistentes no saben a qué hora van a terminar, no pueden manejar la agenda, y eso le cuesta mucho dinero a la empresa. Trata temas que interesen a todos los que están en la reunión, y cada tema debe terminar con una decisión y un responsable con una fecha de realización de la tarea.
- Comunica, comunica y comunica. Dedica tiempo a comunicar. Valora el trabajo de los demás cuando está bien hecho, y comenta el potencial de mejora cuando los resultados no salen bien.
- Tienes que tener claro tres cosas: Qué se espera de ellos. Con qué medios cuentan. Autonomía para la realización de la tarea. A partir de ahí, la misión del líder consiste en conocer y estar informado de la evolución para corregir desviaciones. No confundir información con intromisión.
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- Decir siempre la verdad. La reputación tarda años en construirse y un segundo en destruirse. Una sola mentira, acaba con la reputación del líder. Es lógico que no se digan ciertas cosas, pero otra cosa es mentir o contestar cosas que no son verdad. No hay excepciones. Una mentira corre como la pólvora, y a partir de entonces, las cosas no serán iguales. Siempre habrá desconfianza a partir de entonces.
- Estar abierto a nuevas ideas y métodos. Siempre se ha hecho así, ¿para qué tocarlo? ¿Cuántas veces hemos oído esta frase? Los métodos de trabajo y los procedimientos quedan obsoletos, y nadie mejor que las personas que los utilizan para cambiarlos y mejorarlos. Para mejorar el rendimiento de un equipo, el responsable tiene que ser capaz de sacar lo mejor de cada uno, y aportar ideas y trabajo para exprimir la creatividad del grupo.
- Ser optimista. Cuando el futuro se ve negro y todo parece derrumbarse, el equipo necesita un líder que aporte optimismo; que no hable de sus problemas y quejas, y aporte carisma para afrontar los retos.
- Ser responsable. El que tiene un gran poder, tiene una gran responsabilidad, decía Superman. El cargo exige responsabilidad. Y cuando se trata de eludir esa responsabilidad, se está demostrando debilidad. Un directivo no puede eludir situaciones comprometidas y dejar a sus colaboradores solos ante el peligro. Hay que dar un paso el frente y asumir momentos difíciles, por ejemplo para dar explicaciones, asumir errores…
- Dedicar tiempo a las personas. Si no puedes encajar en tu agenda una reunión inesperada, no haces bien tu trabajo. Hay que tener flexibilidad para cuando las circunstancias lo requieren, y si un miembro de tu equipo necesita verte, no pueden pasar 24 horas sin conseguirlo.
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