La innovación es el motor del desarrollo de tu empresa y de tu modelo de negocio. Así, como lo oyes. El ciclo de vida de los productos y servicios se ha acortado mucho gracias a los cambios tecnológicos, y lo vemos en algunos artículos de electrónica que duran sólo meses. Y es que una de las razones clave de éxito de las empresas es acortar el time to market, es decir, el tiempo que tu empresa es capaz de satisfacer la demanda del cliente desde que se detecta la necesidad.
Tu modelo de negocio y la innovación
Innovar es sorprender. Innovar es interesar todos los días a los clientes. Innovas es cuando cada mañana los comerciales salen a visitar clientes y tienen algo nuevo para ofrecer.
Diferentes formas de innovar en tu negocio
La innovación, por ejemplo, viene cuando a alguien de tu equipo se le ocurre una idea feliz y el CEO le escucha. También hay especialistas en innovación. Recuerdo cuando trabajaba en una empresa de alimentación, el presidente tenía su propio ‘Laboratorio’, y cada vez que lo visitaba, es decir, todos los días, me decía, “ven, ven, dime qué te parece “. El presidente de la empresa era el verdadero motor de la innovación, y tenía la mayor parte de las ideas geniales que luego acababan en productos nuevos.
Otras veces, la innovación proviene del mercado. Los productos muchas veces vienen de las necesidades de los consumidores, y saber escucharles es clave para innovar. Pero claro, hace falta una metodología, un sistema. Superlópez, ese ingeniero genial, nos dio las claves del proceso cuando aplicaba su gestión de costes: ¿cuánto estaría dispuesto a pagar el cliente por el producto? ¿Lo podemos fabricar por menos? ¿Tendremos margen? Esa es la clave, y es que es el mercado el que fija los precios y las empresas han de tener cintura para adaptarse.
Innovar en el modelo de negocio para mejorar
Hay que innovar en el modelo de negocio para ser más ágiles y flexibles. No importa si tu empresa es industrial o de servicios. Más de la mitad del PIB de la mayoría de las cuarenta economías más prósperas de la OCDE proceden del sector servicios, y muchas empresas están experimentando un cambio de rumbo hacia los servicios.
¿Qué está pasando? Pues que está cambiando el modelo de negocio, y un negocio de producto se convierte en un negocio de servicios. Un ejemplo claro es el sector elevación, donde la mayor parte de la facturación ya no proviene de la instalación de ascensores, si no de su mantenimiento. Algo parecido sucede en el sector aeronáutico, donde un motor de avión se puede vender por decenas de millones de euros a un fabricante de aviones, o ese mismo motor también puede alquilarse al mismo fabricante.
En el primer caso, sería una transacción de producto. En el segundo, un servicio. Los beneficios que obtiene la empresa fabricante de motores en la venta proceden de servicios postventa, repuestos y otros ingresos recurrentes que se irán acumulando a lo largo de los treinta años de vida útil del motor. Cuando se vende el motor como producto, tiene que competir con muchos proveedores independientes por el servicio postventa. Con una oferta de alquiler, todo ese valor se queda en la empresa fabricante de motores.