¿Cuántas de las actividades que desarrollas en tu empresa son totalmente necesarias para tus procesos de producción? ¿Conoces los desperdicios que existen actualmente en tu empresa? Si quieres una respuesta clara debes realizar un análisis de desperdicios.
Si nos ponemos a analizar cuántas de las actividades que realizamos en la empresa son de VA (valor añadido) y cuántas son de NVA (no valor añadido), podemos hacernos una idea de la situación en la que nos encontramos.
Por ese motivo es tan importante determinar cuántas de las actividades de VA son importantes para nuestros clientes, y cuáles de ellas deben ser prioritarias.
Los desperdicios en los procesos de producción de tu empresa
Date una vuelta por la fábrica. El 95% del tiempo de una persona que está en una planta de producción, un trabajador cualquiera, no está añadiendo valor al producto. Por lo tanto, es un coste.
Toyota definió el concepto de desperdicio como:
Todo lo que no sea la cantidad mínima de equipo, materiales, piezas, espacio y tiempo del trabajador, que resulten absolutamente esenciales para añadir valor al producto.
¿Por qué es necesario hacer un análisis de desperdicios?
Realizar un análisis de desperdicios es imprescindible porque permite conocer con precisión dónde se pierden recursos, tiempo y dinero dentro de la empresa.
Sin este diagnóstico, las decisiones se toman a ciegas y se repiten ineficiencias que frenan la rentabilidad y la competitividad. Además, este análisis ayuda a priorizar qué mejoras tendrán un mayor impacto en la productividad y en la satisfacción del cliente.
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Tipos de desperdicios en los procesos de producción
Desperdicios de tiempo
Fíjate y observa los siguientes desperdicios de tiempo de las personas en tu planta:
- Espera de materiales: Cuando los operarios no disponen de insumos a tiempo, se generan paradas improductivas que retrasan la producción.
 - Búsqueda de herramientas: Perder minutos localizando utensilios o equipos interrumpe el flujo de trabajo y reduce la eficiencia.
 - Producción defectuosa: los errores obligan a repetir tareas y consumir más recursos de los necesarios.
 - Operarios mirando la máquina mientras ésta está en marcha produciendo: Supone tiempo desaprovechado que podría emplearse en tareas de valor añadido.
 - Averías en las máquinas: Cada fallo técnico provoca interrupciones y pérdidas que afectan directamente a los plazos y costes.
 
Desperdicio de materiales
Si observamos los materiales el cuadro es parecido. Lo normal es que los materiales estén almacenados o esperando ser procesados, trasladados o inspeccionados más del 95% del tiempo.
Desperdicio de las máquinas
Por último, si echamos un vistazo a las máquinas. En el análisis de desperdicios, lo normal es que haya máquinas paradas, averiadas, o que necesiten mantenimiento. Por lo que, del mismo modo, se producen los siguientes desperdicios:
- Tiempos de cambio de moldes, útiles: Cada vez que una máquina requiere ajustes largos, se pierden horas de producción y se encarece el proceso. Reducir esos tiempos permite aprovechar mejor los recursos y aumentar la capacidad productiva.
 - Averías: Cuando una máquina se detiene por un fallo imprevisto, se genera un cuello de botella y se incrementan los costes de reparación. Prevenir con mantenimientos planificados reduce paradas y evita pérdidas de calidad.
 - Mantenimiento no productivo: Dedicar recursos a revisiones innecesarias o mal planificadas resta tiempo útil de operación. Un plan de mantenimiento eficiente asegura fiabilidad y optimiza el uso de los equipos.
 - Máquinas produciendo más de la cuenta por si acaso: Fabricar sin un pedido real inmoviliza stock y tesorería. Ajustar la producción a la demanda evita excesos y mejora la rentabilidad de la empresa.
 
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Preguntas frecuentes sobre el análisis de desperdicios
¿Qué beneficios aporta eliminar desperdicios?
Eliminar desperdicios permite reducir costes operativos, acortar plazos de entrega y mejorar la calidad del producto, lo que se traduce en clientes más satisfechos y una empresa más competitiva.
¿Todas las empresas tienen desperdicios?
Sí. Incluso las organizaciones más eficientes siempre encuentran actividades sin valor añadido que pueden reducir o eliminar. La clave es revisar de forma constante.
¿Cómo se identifican los desperdicios?
A través de la observación directa en planta, entrevistas con empleados, análisis de procesos y el uso de herramientas Lean que permiten clasificar y cuantificar cada pérdida.
¿Es costoso implantar un sistema de eliminación de desperdicios?
No necesariamente. Muchas mejoras provienen de reorganizar procesos o implantar estándares claros. La inversión en tecnología puede potenciar los resultados, pero no siempre es el primer paso.
¿Cómo implicar al equipo en este proceso?
Dándoles voz y espacio para proponer soluciones. Los trabajadores son los que mejor conocen los problemas diarios y su implicación asegura el éxito de cualquier iniciativa de mejora.
El análisis de desperdicios no es un ejercicio teórico, es una necesidad práctica para toda empresa que busque crecer de forma sostenible. Identificar qué actividades no generan valor y eliminarlas libera tiempo, recursos y dinero que pueden destinarse a lo que realmente importa: crear valor para el cliente.
Las empresas que se atreven a mirar de frente sus ineficiencias son las que logran diferenciarse en un mercado competitivo. No se trata de trabajar más, sino de trabajar mejor. Y el momento de empezar es ahora.
¿Cuándo es el momento de analizar los desperdicios en los procesos de producción y operaciones? Ahora es el momento.